¿Es usted una persona excesivamente preocupada? Posiblemente piense inconscientemente que si se "preocupa lo suficiente", puede evitar que ocurran cosas malas. Sin embargo, la realidad es que la preocupación puede afectar al cuerpo de formas que pueden sorprenderle. Si la preocupación se vuelve excesiva, puede provocar sentimientos de gran ansiedad e incluso provocar una enfermedad física.
Qué pasa con la preocupación excesiva?
El hecho de preocuparse es sentirse inquieto o estar excesivamente preocupado por una situación o un problema. Con la preocupación excesiva, el cuerpo y la mente se ponen en marcha al centrarse constantemente en "lo que podría pasar".
En medio de la preocupación excesiva, puede sufrir una gran ansiedad -incluso pánico- durante las horas de vigilia. Muchos preocupados crónicos afirman tener una sensación de fatalidad inminente o temores irreales que sólo incrementan sus preocupaciones. Ultra-sensibles a su entorno y a las críticas de los demás, las personas excesivamente preocupadas pueden ver cualquier cosa -y a cualquier persona- como una amenaza potencial.
Preocuparse de forma crónica puede afectar tanto a su vida diaria que puede interferir en su apetito, sus hábitos de vida, sus relaciones, su sueño y su rendimiento laboral. La ansiedad de muchas personas que se preocupan en exceso es tal que buscan alivio en hábitos de vida perjudiciales, como comer en exceso, fumar o consumir alcohol y drogas.
Definición de la ansiedad
La ansiedad es una reacción normal al estrés. Sin embargo, la ansiedad permanente puede ser el resultado de un trastorno como el trastorno de ansiedad generalizada, del pánico o de la ansiedad social. Los trastornos de ansiedad son frecuentes en EE.UU. y están afectando a casi 40 millones de adultos. La ansiedad se presenta de múltiples maneras y no diferencia la edad, el sexo o la raza.
Los acontecimientos estresantes, es decir, un examen o una entrevista de trabajo, son susceptibles de hacer que cualquiera se sienta un poco ansioso. Y a veces, un poco de preocupación o ansiedad es útil. Puede ser útil para ponerte a punto para una situación que se avecina. Por ejemplo, si te estás preparando para una entrevista de trabajo, un poco de preocupación o ansiedad puede impulsarte a averiguar más sobre el puesto. Así podrás presentarte de forma más profesional ante el posible empleador. Preocuparte por un examen puede ayudarte a estudiar más y a estar más preparado el día del examen.
Pero los preocupantes excesivos actúan rápida e impulsivamente ante estas situaciones estresantes o desencadenantes. Incluso pensar en la situación puede causar a los preocupadores crónicos una gran angustia e incapacidad. La preocupación excesiva o el miedo o la ansiedad permanentes son perjudiciales cuando se vuelven demasiado irracionales como para no poder concentrarse en la naturaleza o pensar con claridad. Las personas con mucha ansiedad tienen problemas para deshacerse de sus preocupaciones. Al hacerlo, pueden experimentar síntomas físicos reales.
La preocupación y la ansiedad excesivas pueden provocar una respuesta de estrés?
Las exigencias y presiones que experimentamos diariamente son la causa del estrés. Hacer largas colas en el supermercado, sufrir el tráfico en hora punta, que el teléfono suene sin parar o una enfermedad crónica son ejemplos de elementos que pueden causar estrés en el día a día. Cuando las preocupaciones y la ansiedad se vuelven excesivas, existe la posibilidad de que se desencadene la respuesta al estrés.
Esta respuesta al estrés consta de dos elementos. Uno es la percepción del desafío. Por otro lado, se produce una reacción fisiológica automática llamada respuesta de "lucha o huida" con la que se produce una oleada de adrenalina que pone al cuerpo en alerta roja. En una época, la respuesta de "lucha o huida" defendía a nuestros antepasados de peligros como los animales salvajes, que podían convertirlos en una comida. A pesar de que hoy en día no solemos encontrarnos con animales salvajes, todavía existen peligros. Están ahí en forma de un compañero de trabajo exigente, un bebé con cólicos o una disputa con un ser querido.
¿Pueden las preocupaciones excesivas enfermarme físicamente?
Las preocupaciones crónicas y el estrés emocional pueden desencadenar una serie de problemas de salud. De hecho, el problema se produce cuando la lucha o la huida se desencadenan a diario como consecuencia de la preocupación y la ansiedad excesivas. La respuesta de lucha o huida hace que el sistema nervioso simpático del cuerpo libere hormonas del estrés por ejemplo el cortisol. Estas hormonas pueden aumentar los niveles de azúcar en sangre y los triglicéridos (grasas en sangre) que puede utilizar el cuerpo como combustible. Las hormonas también provocan reacciones físicas como
- Tener dificultad para tragar
- Vértigo
- La boca seca
- Pulso acelerado
- Cansancio
- Dolores de cabeza
- Discapacidad para concentrarse
- Ilustración:
- Molestias musculares
- Estrés muscular
- Vómitos
- Fuerza nerviosa
- Rapidez en la respiración
- Dificultades para respirar
- Sudoración
- Temblores y espasmos
- Depresión del sistema inmunitario
- Trastornos digestivos
- Tensión muscular
- Trastornos de la memoria a corto plazo
- Insuficiencia coronaria prematura
- Crisis cardíaca
- Si el exceso de preocupación y la ansiedad elevada no se tratan, pueden provocar depresión e incluso pensamientos suicidas.